Al llegar a la primavera todo parece cambiar, ya que después del eterno invierno, los días son más largos. Gracias al buen tiempo, la gente se siente mucho más alegre y con ganas de renovarse, tanto por dentro como por fuera. Hoy nos toca el interior, con una dieta para la primavera.
Nuestro organismo también necesita ese cambio, para prepararlo de cara a los calores veraniegos. Una manera de hacerlo será tomando verduras propias de la estación, las que nos aportarán antioxidantes, calcio, fósforo y ácido fólico.
Sobre todo, las verdes que tienen clorofila y se ha estudiado que este componente es bueno para relajar los nervios, además de ayudar a nuestro corazón y contra el estreñimiento.
Vamos aprovechar esta temporada que ricos frutos, para tomarlos crudos, ya que la cocción puede reducir sus buenos componentes. Lechugas, zanahorias o rábanos, mucho mejor consumirlos en ensaladas. Añade cereales y fruta fresca para una mayor cantidad de nutrientes.