Desde muy pequeños, comenzamos a cambiar nuestros hábitos alimentarios, ya que, desde el primer año, vamos experimentando con sabores nuevos, y ya, cuando comienzan a comer ellos solos, mucho más. Ahí es el momento de ir incluyendo en su dieta, nuevos alimentos que les proporcionen la mayor nutrición.
Tenemos que ir ampliando el número de comidas, para dejarlas en unas 4 o quizás 5. Eso sí, no todas tienen que ser completas, ya que con solo tres completas y las otras dos, un tanto más ligeras, estarán formando su capacidad alimenticia perfecta.
Por ejemplo, esas comidas ligeras de las que hablamos, son las que pueden contener leche, yogures o batidos. Para las comidas principales, tendremos que ir alternando carnes, pescados y verduras que los acompañen.
Lo ideal es hacer un mismo ingrediente, por ejemplo, una carne e intentar, que cada día sepa distinta( en guiso, a la placha…), ya que el niño disfrutará mucho más de esa sensación y al mismo tiempo estará llenando su cuerpo de proteínas. Poco a poco os iremos dando más consejos sobre nuestros pequeños terremotos.