Aunque quizás son más probables en verano, nunca está de más saber trucos para evitar las rozaduras de los zapatos. En invierno como usamos medias o calcetines, nuestros pies están a salvo, pero es que nos gusta ser precavidos y por eso, aquí tenéis unos consejos.
Lógicamente, ni que decir tiene que a la hora de comprar un zapato debemos comprobar que nos queda a medida y que se ajusta bien a nuestro pie. Hoy en día existen muchas opciones para que nuestros pies no se resientan.
Las plantillas de silicona son ideales para los zapatos de tacón con suela fina. Hay quien recomienda extender una capa de tu crema hidratante en el interior del zapato. Deja que seque antes de usar el calzado un poco para evitar que tu pie resbale.
Otro de los remedios caseros que he comprado en un par de ocasiones, es colocar tus zapatos en el congelador, metidos en una bolsa de plástico. Con una hora al frío, es suficiente. Si las rozaduras ya han hecho su aparición, nada mejor que aloe vera para calmarlas.