La salud de nuestros ojos también tenemos que cuidarla y mucho, por eso, hoy nos vamos a centrar en los pros y los contras de corregir ese problema estético que es llevar gafas, sustituyéndolas por las lentillas. Para mucha gente son un complemento de lo más cómodo…pero no para todos.
Desde luego, si te acostumbras a ellas y tu ojo te lo permite, claro está, sí llegan a ser muy cómodas, ya que podrás hacer todo lo que se te antoje sin preocuparte de llevar gafas que quizás imposibiliten o sea más complicado si hacemos algún tipo de deporte.
Los tipos de lentillas que nos encontramos son las rígidas, que hoy por hoy, apenas se usan. Las semi-rígidas, blandas de larga duración o las de usar y tirar. Las rígidas duraban más tiempo y se decía que la visión era más perfecta que con las demás, aunque el ojo tardaba más tiempo en adaptarse.
Las blandas son mucho más cómodas y también corrigen el atigmatismo, además, son un poco más económicas que las otras. El único inconveniente es que son un poco más gruesas y claro,pueden resultar incómodas, porque tienden a notarse más en el ojo. Las desechables son muy cómodas también, pero te saldrán más caras si las usas todos los días.