Aunque no todas las mujeres experimentamos lo que se denomina como sangrado de implantación, hoy vamos a comentar brevemente en qué cosiste y qué es lo que lo hace diferente de una menstruación normal. Cuando el óvulo se fecunda se va a dividir en nuevas células y es ahí cuando puede comenzar el sangrado que será muy débil y con un color entre rosado y marrón, pero como decimos no todas las mujeres lo notan y no en todas tampoco va a ser igual. Ese manchado remitirá con los días, por lo que no hay de qué preocuparse, solo lo haremos cuando sea abundante o esté combinado con cólicos, ya que si sospechamos de que estamos embarazadas, es que algo, quizás, no vaya bien.
En ocasiones se suele confundir con la menstruación ya que comienza con unas manchas y en los días próximos a la misma. Más o menos después de unos 10 días de haber ovulado, se puede presentar este sangrado y si va acompañado con dolor de pechos o más hambre de lo habitual, entonces comenzaremos a sospechar, aunque siempre hay que esperar a la llegada, o no, de la regla para confirmarlo. Si después de un par de días manchando, estas manchas remiten y la regla no ha llegado, entonces lo mejor es hacerte un test y acudir a tu médico. Hoy en día no hay que esperar por un gran retraso de la menstruación ya que existen test ultrasensibles que pueden detectar un embarazo incluso sin el mencionado retraso.