Al mirar las tasas de obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas, nos damos cuenta de que los estilos de vida actuales contribuyen negativamente a nuestra salud. Los alimentos fast food son prácticos, pero carecen de nutrientes esenciales responsables de un estado de salud saludable. Por lo tanto, reconsidere la ingesta de los alimentos que presentamos a continuación:
1- Mantequilla
Durante años, la mantequilla ha sido considerada un enemigo. Sin embargo, las investigaciones recientes demuestran que la margarina es nuestra enemiga. Un alimento elaborado con aceites vegetales hidrogenados, ricos en grasas trans. Los estudios han demostrado la asociación entre el consumo de estas grasas y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y oncológicas. Por lo tanto, debemos privilegiar el consumo de mantequilla de origen animal, aceite de oliva y aceite de coco.
2 – Refrescos
Incluso los refrescos light aumentan el peso y, a su vez, aumentan el riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y osteoporosis. En los Estados Unidos de América, la mitad de la población consume al menos un vaso de refresco cada día.
3 – Carne procesada
Desde el jamón hasta los hot dogs, la carne procesada ha sido objeto de publicidad negativa durante los últimos años. Varios estudios relacionan el consumo de carne procesada y la aparición de diversos tipos de cáncer, en particular el cáncer colorrectal. El American Institute of Cancer Research afirmó que la ingestión diaria de una salchicha, o de 50 gramos de carne procesada, aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 21%. A estos alimentos se añaden sustancias y conservantes clasificados como carcinogénicos. Si el consumo de carne forma parte de su dieta, elija carne fresca.
4 – Cereales para el desayuno
A los niños y a los adultos les encantan los cereales de desayuno. son prácticos y fáciles de preparar. Sin embargo, están impregnados de azúcar. También contienen vitaminas A, B3 y zinc en grandes cantidades, si los cereales se consumen en exceso diariamente, las dosis diarias de estos nutrientes pueden ser superiores a los valores recomendados.
5 – Patatas fritas
Uno de los bocadillos más consumidos, las papas fritas no son saludables. Tienen un alto contenido de grasa (incluidas las trans), sal y calorías, por lo que contribuyen a un aumento significativo de peso si se consumen regularmente.
6 – Alimentos procesados envasados
Es mucho más fácil comprar un paquete de galletas que hacer un montón de galletas… pero es una opción equivocada. Además del exceso de azúcar, las galletas industriales contienen aceites hidrogenados, como el aceite de palma, que contribuyen a aumentar la ingesta de grasas trans.
7 – Alimentos dietéticos sin grasa
Desde el yogur a la leche, los alimentos sin grasa son cada vez más comunes. Desde hace varios años, los investigadores han estado descubriendo y advirtiendo sobre las consecuencias de estos alimentos para la salud. Se comercializan como alternativas saludables, pero a menudo el contenido en grasa se sustituye por azúcar, edulcorantes artificiales o jarabe de maíz. La grasa puede y debe consumirse, con moderación en detrimento de estos sustitutos, pero debemos optar por el consumo de grasas saludables.
8 – Helados
Los helados de leche contienen altos niveles de grasa, el consumo diario de una dosis (dos bolas) puede ser dramático, ya que aumentará los niveles de colesterol en la sangre y su consiguiente deposición dará lugar a la aterosclerosis. Elige hacer tu helado sobre la base de los yogures ricos en probióticos que cuidaron de tu salud intestinal.
9 – Queso
El queso, un alimento de deleite. Contiene un alto contenido de calcio, pero en muchos casos, como se produce con leche entera, puede contener altos niveles de grasa y contribuir al aumento de peso y enfermedades cardiovasculares, además de que muchos procesos incorporan en los quesos aditivos potencialmente cancerígenos. Compruebe siempre la etiqueta y elija quesos elaborados a partir de leche semidesnatada.
10 – Carne roja
¿Un problema del mundo occidental? Existe un consumo excesivo de carne roja, bovina, porcina, ovina. A menudo mencionadas como causantes de enfermedades oncológicas son de difícil digestión y poco respetuosas de la sostenibilidad debido al consumo de agua inherente al proceso en las explotaciones animales, pero también al modo de producción de piensos.