Lo damos todo por nuestros pequeños y quizás, en ocasiones nos preocupamos de más. Tanto es así, que siempre nos rondan unos cuantos mitos, que se quedan en poco más que un bulo y hoy destapamos los más importantes.
Para comenzar, siempre se ha dicho que un niño que fuera un poco nervioso, al darle azúcares, se podría mucho peor. La verdad es que no hay relación directa con esto, porque el azúcar no altera el comportamiento de las personas.
Cuando estamos embarazadas, escuchamos música y dejamos que nuestro bebé también se empañe de este sonido, pero realmente no por escuchar música clásica, el pequeño se volverá más inteligente.
Cuando hablamos de la comida de los niños, no es cierto que tengan que ser incluídos los cereales antes de cualquier otro alimento. Se pueden ir añadiendo otros de igual valor nutricional.