Además de usar ciertas cremas para mantener nuestra piel más sana y joven durante mucho más tiempo, tenemos que tratarnos también por dentro. Desde luego, no hay un tratamiento estrella que frene el paso del tiempo, pero sí podemos hacer que vaya frenando, evitando ciertos hábitos.
Vamos a deshechar esos malos hábitos como el tabaco, que solo hace empeorar nuestra piel, así como nuestro organismo. Al igual que el exceso de alcohol, que es otra de las prácticas perjudiciales que tenemos que cortar de raíz.
El dormir mal es otro de los hábitos al que tendremos que ponerle remedio. Quizás un baño antes de acostarnos, un poco de ejercicio y tomar alguna que otra infusión relajante. Así mismo, tenemos que evitar el estrés que solo tiene fines drásticos.
Para terminar, aunque siempre cuesta, tendremos que cambiar nuestra manera de pensar. Ser más positivos y disfrutar de todo lo bueno que la vida nos ofrece, porque sí lo tiene.