Cada vez que el viernes se aproxima es toda una fiesta pero luego, el domingo nos da por pensar que las horas se nos han ido tan rápido que no hemos hecho nada. En ocasiones puede ser así, pero en otras tenemos que saber sacarle el máximo partido a eses dos días tan especiales. Para comenzar, podemos romper con todas las rutinas que hacemos cada sábado y domingo, de esta manera, al ser planes nuevos los veremos con otros ojos y nos parecerá que el tiempo se detiene. Tanto si estás solo como en familia siempre viene bien hacer algo diferente y que sorprenda a todos. Claro que no todos los fines de semana podremos hacerlo pero por lo menos una vez al mes nos relajará.
Lo que debemos de evitar es quedarnos en casa viendo la tele o delante del ordenador porque para ello, ya tenemos el resto de los días. Lo mejor es hacer planes, aunque sea una excusión en bicicleta o tomar un aperitivo con algunos amigos que hace tiempo que no ves. Dejaremos el trabajo y todas las conversaciones que se generen sobre él para centrarnos en otras mucho más interesantes. Tanto en verano como en primavera no hay nada como poder pasear por la playa o hacer un picnic en ese lugar que tiene un río cerca.