Porque además de las comidas en sí, tenemos que controlar otros hábitos para que cada mañana podamos comenzar el día de la mejor manera y de la más saludable. De esta manera, ya tenemos bastante ganado porque no hay nada como la energía matutina que nos dará la fuerza para poder afrontar el resto del día. Una de las cosas que debemos de hacer es dormir las horas suficientes. En ocasiones en un poco complicado pero recuerda cenar de manera ligera, tomar un vaso de leche tibia antes de acostarnos y dejar de lado malos pensamientos. Así por la mañana estaremos más descansados. Recuerda que siempre es mejor poner el despertador unos minutos antes de nuestra hora.
Tienes que buscar un tiempo para poder estar a solas. Lo ideal son unos veinte minutos para poder hacer algunos estiramientos y respiración que te ayudarán a relajarte y tomar la energía suficiente para alejarte del estrés. El desayuno es siempre una de las comidas fundamentales y por ello, necesitas que cuente con un poco de cereales, fruta y leche. Los zumos naturales también son muy necesarios junto con alguna tostada o infusiones. ¡Siempre será a tu elección, pero lejos de grasas saturadas!. Intenta hacer alguna actividad que salga de la rutina y proponte no pensar durante un día en ese problema que te agobia.