10 síntomas de que no estás consumiendo la suficiente proteína

La proteína es un macronutriente que puede encontrarse prácticamente en cualquier parte del cuerpo o tejido, como en el músculo, hueso, piel o pelo. Nuestro cuerpo está formado por al menos 10.000 proteínas diferentes. La ausencia de estas macromoléculas tiene varios efectos en el organismo.

El Institute of Medicine (de los Estados Unidos) recomienda una ingesta proteica mínima para un adulto sano de 0,8 g por kg de peso corporal al día, es decir, un adulto sano de 70 kilogramos debe ingerir al menos 56 gramos de proteína al día. Asimismo, define la ingesta diaria recomendada entre el 10% y el 35% del valor energético total diario.

En todo el mundo hay personas que no alcanzan las recomendaciones para la ingesta de proteínas, y ese déficit puede causar varios problemas, como los que presentamos a continuación:

1. Pérdida de masa muscular

Los músculos son el principal depósito corporal de proteína. Cuando la ingestión de proteínas es inferior a las necesidades del organismo, tiende a capturar la proteína acumulada en los músculos, con el fin de preservar los demás tejidos y funciones corporales, contribuyendo así al desgaste muscular. Una ingestión proteica adecuada es esencial para el crecimiento y el mantenimiento muscular.

aumentar masa musucular

2. Huesos débiles

La proteína ayuda a mantener la fuerza y densidad de los huesos. La ingesta insuficiente de proteínas se ha asociado con una menor densidad mineral ósea y un mayor riesgo de fracturas.

Huesos fuertes

3. Fragilidad del cartílago y las articulaciones

El cartílago articular está constituido por proteínas. El déficit proteico no permite la reposición de estas reservas, contribuyendo así a la detección de cartílagos y articulaciones.

dolor de huesos

4. Arrugas y piel sin elasticidad

El colágeno y la elastina son dos proteínas esenciales para la elasticidad y la estructura de la piel. Con el envejecimiento, debido a la reducción de estas proteínas, se desarrollan las conocidas arrugas.

arrugas en la piel

5. Caída del cabello

El cabello contiene queratina, una proteína. Una deficiencia proteínica grave puede causar problemas como la caída de cabello o el pelo quebradizo.

perdida de pelo

6. Falta de concentración

Los neurotransmisores, responsables de enviar la información al cerebro y a otras células (por ejemplo, dopamina o epinefrina), se producen con aminoácidos. Una ingestión proteica reducida puede comprometer la formación de neurotransmisores y, por tanto, reducir el rendimiento en el trabajo, así como el aprendizaje y la capacidad motriz.

concentración y meditación

7. Baja inmunidad

Una ingestión proteica adecuada es esencial para el mantenimiento de un sistema inmune sano, ya que es responsable de la producción de inmunoglobulinas o anticuerpos, citoquinas, entre otras células, que son responsables de combatir las infecciones.

costipado y resfriado

8. Dificultad para perder peso

A veces, en dietas adelgazantes, sin un seguimiento nutricional personalizado, la tendencia es reducir la ingesta calórica total y, por tanto, proteica. Sin embargo, la reducción de la ingesta de proteínas puede provocar una pérdida de masa muscular y, por tanto, un metabolismo más lento, es decir, un menor gasto energético.

perder peso

9. Cambios de humor y dificultad para dormir

La serotonina es un neurotransmisor que actúa en el cerebro y regula el humor, el sueño, etc. El triptófano es un aminoácido responsable de la producción de serotonina y melatonina. Una ingestión proteica adecuada con las fuentes de triptófano contribuirá a regular el estado de ánimo y el sueño.

enfado y cambios de humor
Angry businessman

10. Dificultad para cicatrizar

Las proteínas desempeñan un papel importante en todo el proceso de cicatrización, no sólo en el proceso inflamatorio, sino también en la reparación y regeneración de los tejidos. Existe evidencia científica de que algunos aminoácidos son esenciales para el proceso de cicatrización de heridas, entre ellos la arginina.

cicatrizar herida

4 comportamientos (muy) comunes que hacen engordar

A menudo inconscientemente, hay comportamientos que aparentemente son inocentes y que resultan perjudiciales. Si está decidido a perder peso y a hacer una dieta, debe intentar evitar cuatro errores que podrían poner en peligro todo su compromiso y todo su esfuerzo. Si sigue nuestros consejos, podrá superar algunos obstáculos y alcanzar los objetivos definidos, pudiendo llegar a su meta de pérdida de peso:

1. Premiarse con comida

Es un error muy común. Para algunas personas, comer es una forma sencilla de combatir ciertos sentimientos.

El problema es que la mayoría de los productos que se comen en esos momentos contienen hidratos de carbono, un nutriente responsable de la producción de serotonina, que nos hace sentir bien. Hay varias maneras de superar esta situación, una de las cuales es comer siempre (y sólo) en la mesa. Cuando come frente a la televisión o de pie, no se da cuenta de la cantidad que ingiere. Si se sienta tranquilamente en la mesa, será más consciente de lo que come.

Escribe un diario. Compre un cuaderno y anote en él todo lo que come. Quizá vea que come peor en los días en que se siente peor. Piense también en posibles soluciones sin tener que recurrir al estómago. Además de eso, le recomendamos otro truco. Respira profundamente tres veces antes de empezar a comer. Así se relajará y la ansiedad que puede sentir por la comida desaparecerá.

Pregúntese si tiene hambre y, si ha dicho que no, modere las cantidades ingeridas, como aconsejan muchos dietistas y nutricionistas. Si tu día ha sido un desastre, aprovecha para hacer algo que te guste y que no sea visitar el refrigerador. Elabore una lista de 20 actividades que le agraden y, cuando tenga ganas de comer, dedíquese a una de ellas.

2. Dejarse influenciar por los demás

En algunas ocasiones, las personas que nos rodean no son capaces de entender cuánto nos esforzamos por cambiar de aspecto, lo que complica la tarea. Esto hace que, a veces, ocurran situaciones como ser la única persona que conoce que está tratando de perder peso con una dieta. ¿Se está viendo en este escenario? Cuando come con sus amigos, ¿elige platos que normalmente rechazaría? Entonces eres parte de este grupo.

También hay situaciones en las que su pareja no está dispuesto a tener una vida más activa y no lo acompaña, lo que dificulta el proceso, ya que son varios los estudios que confirman que adelgazar en pareja es más fácil. Muchas personas que comienzan un régimen lo abandonan porque todas las personas que conocen minan sus intenciones. ¿Te ha pasado a ti también?

Si es así, también aquí hay cosas que puede hacer para contrarrestarlo. En primer lugar, exprese sus necesidades sin temor. Desde el principio, su familia y sus amigos no quieren arruinar su dieta. Puede que no les haya dicho lo importante que es para usted el régimen de pérdida de peso que está buscando. Cuando lo haga con seguridad, sentirá su apoyo, por ello deje bien claro sus intenciones.

3. No tener una vida sana

Es uno de los errores más comunes y mucha gente lo comete. Ser saludable cuesta siempre más, por lo que, si siempre tiene una excusa para no cumplir la dieta, piensa que es incapaz de renunciar a los pequeños vicios y placeres culinarios, premia con comida cada vez que está cansado o estresado, es necesariamente parte de este grupo. Para superar el problema, tome un bolígrafo.

Elabore una guía y establezca un plan de emergencia. Si ha hecho un diario de lo que come, ya sabe reconocer sus patrones de conducta alimentaria y, entre ellos, encontrará uno que la haga renunciar a una vida equilibrada. Puede, por ejemplo, tener siempre una razón para no ir al gimnasio, pero intente escribir, bajo sus excusas, un plan alternativo, como volver a casa dando un paseo, en lugar de usar el coche.

Consigue compañía. Convierte el ejercicio en un hobby, convirtiéndolo en una actividad placentera. Valore tu esfuerzo como algo que hace para ganar salud y no sólo para perder peso. Así, sus hábitos se transformarán a largo plazo y será más difícil recuperar los kilos perdidos.

Una actitud positiva mejora los resultados y una vida sana los garantiza. A medida que se adoptan estas estrategias, visualiza los resultados. Dibuja una imagen mental para recordar cuando estás a punto de dejar el ejercicio y la dieta. Imagínese, por ejemplo, en tres escenarios diferentes en los que podrá disfrutar del nuevo peso.

Finalmente, avance despacio. Los pequeños cambios son más fáciles de lograr que los grandes cambios y son una motivación para alcanzar objetivos más elevados.

4. No le gusta su físico

Mucha gente decide hacer dieta porque tienen un bajo nivel de autoestima y una imagen negativa de su físico. Si este es su caso, debe haber pensado, más de una vez, que su cuerpo no corresponde a su personalidad, creyendo que sólo será feliz después de haber adelgazado.

Aceptarse como es, es el camino más sensato y rápido para ser feliz y no sentirse deprimido si no ve los resultados que esperaba antes de empezar la dieta.

Para superar el problema, concédase media hora diaria. Use este tiempo para dedicarse a una actividad que lo relaje, como el yoga, el tai chi o incluso escuchar música tranquila, una opción que le ayudará a sentirse mucho mejor. Escribir una lista es otra solución. Incluya todas las cosas que le gustan, sean físicas o no. Luego escriba lo que odia de usted y queme la lista.

Esta es una forma de suprimir esos sentimientos negativos, y es apoyada por muchos expertos. Además, mira a tu alrededor. No se trata de comparar, sino de prestar atención a los cuerpos de los que le rodean. ¿Le parecen perfectos? ¿Tan perfectos como exige del suyo? Muchos de ellos pertenecen a la gente que le importa. Así que, si es capaz de superar la imagen de los demás, también será capaz de superar sus propios defectos.