Esta grasa versátil, aún desconocida de muchos, tiene propiedades antienvejecimiento innegables. A continuación, le decimos cuáles son las mejores formas de usar aceite de coco.
A pesar de que muchas personas siguen utilizando el aceite de oliva, la margarina, la mantequilla y los aceites más tradicionales, existen alternativas en el mercado que se han venido destacando por sus beneficios, como el aceite de coco. Con 870 kcal por 100 g, ayuda a equilibrar los niveles de colesterol, la salud cardiovascular y el sistema inmunitario y reduce la fatiga. Así mismo, ayuda a perder peso y es una buena fuente de energía.
Además, el aceite de coco, al ser consumido, regula la función intestinal y estabiliza los niveles de azúcar en sangre. Además, cuenta con propiedades antienvejecimiento, bien por ingestión, bien por su uso externo como cosmético; de hecho, es empleado en diversas recetas para el embellecimiento de los cabellos y la piel.
Puede usar el aceite de coco para endulzar el café e incorporarlo en zumos, granola, pasteles y barras de cereales. Al soportar altas temperaturas, puede utilizarse como sustituto de otras grasas, como el aceite de oliva. También puede ser usado como cosmético. Aunque la mejor opción es optar por el aceite de coco de extracción en frío, sin blanquear.
Este ingrediente es ideal para los que quieren más energía, quieren una alimentación antioxidante o están constipados. Dado que no afecta directamente a los niveles de azúcar en sangre ni a la liberación de insulina, es adecuado para los diabéticos.
La buena noticia es que existen cada vez más marcas y empresas que han comenzado a comercializar el aceite de coco; por lo que se espera que con el paso del tiempo sea uno de los aceites más accesibles (lo que también puede hacer que su precio decrezca).