Es un mal que afecta a una gran cantidad de la población y aunque en ocasiones le echemos la culpa al calzado, el problema viene de la falta de transpiración que se convierte en bacterias que se forman en la piel y esto genera el mal olor que siempre es tan incómodo.
Para ponerle remedio a esto, vamos a ver algunos trucos como el que sigue. Empezamos por mezclar en un litro de agua, un vaso de vinagre. Durante unos minutos, tendremos los pies a remojo, aunque solo necesitamos repetir esto dos veces por semana.
Si cortamos una hoja de aloe vera, podremos aplicar el líquido que sale de la misma, unas cuatro veces por semana. Ahora que estamos pasando bastante calor, si tus pies sudan de una manera excesiva, ponlos a remojo en agua con sal.
Nuestras abuelas siempre decían que un poco de polvos talco entre los dedos, ayudaba a mantener un buen olor más tiempo. Igualmente, tendremos que lavarnos con más frecuencia y usar zapatos transpirables.