Las verrugas pueden aparecer cuando menos esperamos, ya sea por una situación de estrés o por la temida bajada de las defensas. Hoy en día, además del tratamiento médico que las erradica con frío, también existen algún que otro remedio casero cuando nos encontramos con alguna verruga esporádica.
El aceite de ricino es uno de los claros ejemplos caseros, que es bastante más lento, pero es eficaz. Tenemos que aplicar este aceite sobre la verruga varias veces al día para que, poco a poco se vaya secando hasta que termine por caerse.
La cáscara del plátano también es otro de los remedios más usados. Solo tendremos que colocar un trozo sobre la verruga y vendarla, ya que debemos de hacerlo por la noche y así, día tras días hasta que también se seque.
Dicen que otro de los remedios más conocidos, consiste en frotar una patata, pero como en los anteriores, hay que tener un poco de paciencia para que al final, consigamos nuestra meta.