Una reacción alérgica es mucho más común de lo que podemos pensar, pero también hay que saber que se pueden dividir en dos. Por un lado, están las reacciones más leves, que pueden acarrear una erupción cutánea e hinchazón de alguna de las zonas del rostro.
Pueden ser causadas por tomar algún alimento que no nos conviene o por cualquier picadura de insectos, lo que puede afectar solo a una parte del cuerpo o, en ocasiones, a toda la piel.
Por otro lado, las más severas, pueden llevar consigo mareos y desmayos, además de sentir la garganta atasca. Como consecuencia de ello, podemos llegar a respirar de una manera más complicada, lo que puede acarrear problemas mayores.
Lo primero que debemos de hacer es intentar calmar a quien lo sufre mientras se pide la ayuda de expertos, ya que en ciertas ocasiones, todo sucede muy rápido, por eso, es conveniente actuar cuanto antes. No debemos levantar la cabeza del paciente, ni darle ningún remedio que puede empeorarlo.