Siempre que practicamos ejercicio, sobre todo, cuando es de alta intensidad, acabamos con un poco de cansancio y mucha hambre. En ocasiones, caemos en la tentación de tomar algo rico, sí, pero con muchas calorías como pueden ser la bollería…vamos a evitar eso y a mantener nuestra dieta.
Lo que no podemos hacer es agotarnos haciendo deporte y luego, perderlo todo por comer un par de bollos. Tendremos que limitar esto si queremos seguir estando en forma y controlando el peso.
Lo ideal es que, después de ese desgaste, nos comamos una pieza de fruta. La mejor merienda, puede ser una manzana, que nos calma el apetito y algunas fresas que nos recuperan del esfuerzo, gracias a los nutrientes y al agua que las componen.
Un sandwich de pan integral con un par de lonchas de pavo o una macedonia, además de un batido de soja, nos ayudará a mantener las calorías a raya, pero a proporcionarnos las vitaminas necesarias.