Después de haber tomado el firme paso de dejar de fumar, para muchas personas las primeras horas son complicadas y desde luego, cruciales para no recaer. Los primeros días notaremos diversos cambios que tendremos que afrontar con muchas ganas.
Muchas personas notan una falta de concentración, pero es normal, ya que nuestro cuerpo y cerebro se está acostumbrando a la nueva vida. Poco a poco esta sensación irá desapareciendo, ya que nuestro cerebro estará más oxigenado.
Para que el organismo pueda limpiar todas las impurezas del cuerpo, seguro que nos sobreviene una tos bastante fuerte. Poco a poco, tu respiración irá mejorando y por supuesto, la tos remitirá.
La fuerza de voluntad es vital y debemos de olvidarnos por completo del tabaco…sacándolo de nuestra mente y nuestra vida para siempre. El premio que nos llevaremos será mucho mejor.