Los piojos es un insecto de tamaño muy reducido pero que puede darnos muchos problemas a la hora de eliminarlos. Los niños son los más propensos a padecerlos aunque nosotros tampoco estamos a salvo. Sus principales molestias son los picores y además puede transmitir otras enfermedades.
Hay dos maneras de contagiarse, por un lado está la más directa que sería de una cabeza a otra y la indirecta que se produce por usar peines u otros utensilios del cabello. Desde el momento del contagio hasta que comenzamos a sentir los temidos picores pueden pasar hasta unos 10 días.
Esta es una de las épocas en las que el insecto ataca por lo que debemos de lavarnos la cabeza más a menudo y con champús concretos para evitar la aparición, así como, revisar bien a nuestros pequeños.
Si alguno de la familia tiene piojos, debemos de lavar tanto las sábanas como los peines a una temperatura de 50 grados. Al cabello, después de aplicarle el champú, le daremos una especie de masaje con una mezcla hecha de mitad de un vaso de agua con otra mitad de vinagre.