Hoy seguimos con las recetas, porque a pesar de que hay muchas de este pastel inteligente por internet, nunca me había decidido a hacerlo, pensando que podría ser complicado y no obtener el resultado esperado, pero nada más lejos de la realidad. Es sencillo, sale perfecto y sabe mejor aún. Lo de inteligente lo sabremos cuando desmoldemos y cortemos este rico postre: se forman tres capas por sí solas. Vamos a ver el paso a paso para que lo veas mejor. Para comenzar, vamos preparando el molde, añadiéndole un poco de mantequilla y espolvoreamos harina. Por otro lado, derretimos 125 gramos de mantequilla y la dejamos enfriar. En un bol, vamos batiendo cuatro yemas, (yo hice un pastel pequeño) con un poco de esencia de vainilla.
Mejor si lo hacemos con la batidora, durante unos seis minutos. Aunque yo comencé así y luego lo seguí haciendo manual…pero ya depende del gusto de cada uno. Ahora añadimos la mantequilla a los huevos, cuidando siempre de que esté fría y removemos bien. Incorporamos medio litro de leche tibia y seguimos mezclando, pero ya con las barillas manuales. Ahora añadimos 115 gramos de harina tamizada y la ralladura de medio limón. Cuando lo tengamos todo agregado, tenemos que montar cuatro claras a punto de nieve y siempre con movimientos envolventes, sin batir. Cuando lo tengamos todo, lo añadimos al molde que teníamos preparado y al horno durante unos 40 minutos, pero siempre va a depender del horno que tengáis. Si al pinchar la capa de arriba, sale seca, estará listo. Impresionante y riquísimo si lo espolvoreamos con un poco de azúcar glass.