Cada etapa necesita de una dieta acorde a las necesidades de nuestro cuerpo. Por ejemplo, cuando tenemos veinte años, debemos de comer un poco de todo, sin hacer excepciones porque tenemos un ritmo de metabolismo mucho más rápido.
Nunca debemos de saltarnos las comidas y se aconseja hacer cinco al día y como no, hacer bastante ejercicio, ya que la edad es un punto a nuestro favor. Al llegar a los treinta debemos de reducir los hidratos de carbono.
Incrementar las proteínas, así como la fruta y verduras para mantener un peso ideal y ayudar a nuestro cuerpo, al igual que a la digestión. Recuerda que el ejercicio tiene que convertirse en un hábito y debemos de practicarlo con frecuencia.
Al pasar la barrera de los cuarenta, las hormonas comienzan a alterarnos más de la cuenta, así que, debemos de controlar las cantidades al comer, haciéndolo más frecuentemente pero en dosis pequeñas. Muchas proteínas, infusiones y soja serán ingredientes principales en esta etapa.