Ya sabemos que el desayuno es la comida principal de todo el día, por eso, nunca debemos de saltárnosla y además, debemos de tomar nutrientes y vitaminas para comenzar la jornada con mucha energía. Para conseguirla, qué mejor que introducir los hidratos en esta parte del día.
Los carbohidratos se pueden introducir en el desayuno en forma de pan tostado, que podemos untar con un poco de aceite de oliva o mantequilla, según prefieras. Además de un vaso de leche y una pieza de fruta como el plátano.
Otra manera de introducir los hidratos, será en los cereales, tanto de maíz como de avena o trigo. Una manzana y un puñado de frutos secos, nos aportarán la energía suficiente.
Estas son opciones ideales para los deportistas que tienen una dura jornada de entrenamiento por delante. Unas calorías mínimas si pensamos en que tenemos todo el día por delante para quemarlas.