Desde ya muy pequeños, nos van enseñando que la leche es uno de los alimentos más completos y sanos que existen, ya que ayuda a los huesos, músculos y a suplir nuestras necesidades, tanto de calcio como de fósforo. A lo largo de nuestra vida, siempre la necesitamos.
Lo ideal es consumir entre dos y cuatro raciones de lácteos al día, para los niños y para las personas adultas, pero sin embargo, tres raciones para los niños y para las mujeres embarazadas.
No siempre tenemos que tomar este calcio de un vaso de leche, sino que sus derivados también nos aportarán los nutrientes necesarios, partiendo de una dieta equilibrada.
Así mismo, puedes tomar un vaso de leche, o dos yogures y un poco de queso. En las personas de avanzada edad, tendrán que aumentar esta dosis, aunque un estudio reciente nos comunicaba lo perjudicial que era consumir tantos lácteos. Nosotros seguimos con nuestra rutina diaria hasta que nos comuniquen lo contrario.