Las grasas buenas y las grasas malas, son solo términos a los que se refieren especialistas en la nutrición, médicos y personas ligadas a los deportes con el fin de dar a las personas una mejor educación en cuanto a la buena nutrición se refiere. Las grasas o los lípidos son moléculas que están presente en las personas, lo que cambia es la cantidad de ingesta.
Insaturadas o grasas buenas
El término se refiere a un conjunto de grasas llamadas insaturadas, las cuales son beneficiosas para el corazón. Sustituyen de forma exitosa a los demás tipos, reduciendo el riesgo de aumento del llamado colesterol LDL o colesterol malo.
¿Cuáles son las grasas buenas?
Estas grasas se dividen en 2 tipos. Uno de ellos, son las monoinsaturadas, las cuales pueden obtenerse a partir de aceites vegetales, como el aceite de oliva, frutos secos como las nueces de Brasil, frutos como el aguacate y aceite de nabina.
Por otro lado, se encuentran las poliinsaturadas que pueden obtenerse de algunas carnes blancas, mayoritariamente de pescados, tales como: salmón, sardinas, arenques, atún y el pescado azul. La particularidad de estas carnes es que también son ricas en omega 3. Además, se puede encontrar este tipo de grasa en el aceite de girasol y el aceite de soja.
Beneficios de las grasas buenas
Las grasas buenas contribuyen a evitar distintas enfermedades ligadas al colesterol y al aumento de triglicéridos, siempre y cuando se consuman con moderación. Esto quiere decir que puedes ir disminuyendo la ingesta de grasas insaturadas, hidrogenadas y trans por las insaturadas, las cuales aportarán estos beneficios para tu organismo:
Disminuye el colesterol malo
Este es probablemente el beneficio más palpable de consumir grasas buenas, esto debido a que ayudan a disminuir el colesterol malo o el LDL. Esto significa que, cuando consumes más grasas de este tipo, evitarás enfermedades cardiovasculares asociadas al almacenamiento de grasa en el organismo.
Ayudan a mantener el peso
Cuando tienes un régimen de dieta en donde las grasas prevalecen más que los carbohidratos, estás obligando a tu cuerpo a quemar dicha grasa, a falta de otras fuentes de energía. Todo sin tener que estar saltando comidas en el día o no estar alimentándote bien. Además, muchos de los alimentos que tienen grasas buenas contienen fibra, así te mantendrás satisfecho por más horas.
Ayudan a mantener la presión arterial
Si enfocas tu dieta a base de carnes de pescado, aceites vegetales, frutos secos como acompañantes de tu alimentación, verás beneficios en tu presión sanguínea. Cuando consumes alimentos que reducen el sodio, también estás aportándole a tu cuerpo calcio, magnesio y potasio, esenciales para mantener una buena circulación y bajando la presión arterial, si sufres de ello.
Te ayudan a absorber nutrientes
Muchos de los alimentos altos en grasas buenas, ayudan a la absorción de las llamadas vitaminas liposolubles, las cuales son las vitaminas A, D, K y E. De tal manera que su consumo puede aprovechar mejor los alimentos sin que el colesterol malo se vea afectado o vaya en aumento. Igualmente, debes aumentar el consumo de carnes blancas o de pescado y algunos frutos secos en general.