Para sentirnos mejor y alejar, en la medida de lo posible el estrés, debemos de seguir unas pautas que comienzan en el trabajo. Además de esto, sirve para que podamos rendir más y que nada se nos escape de las manos. No se trata de hacer un plan estudiado pero sí de seguir unos sencillos pasos.
Para comenzar, cuando volvemos de un par de días de descanso, solemos venir con las pilas recargadas, ya que no sirve de nada irnos a descansar si seguimos pensando en los problemas de la oficina. Es por ello, que el primer paso que debemos de dar será en organizar nuestro tiempo y hablar abiertamente con los demás compañeros sobre lo que necesitamos para que todo funcione correctamente.
Debemos de elaborarnos una especie de horario para así, no vernos desbordados. También es cierto, que algún día sí se nos puede ir de las manos, pero lo tomaremos de la manera más tranquila que podamos, aprovechando para dar un paseo y despejarnos o pidiendo ayuda. Muchas veces esto es una buena terapia para nuestro bienestar, lo mismo que aprender a decir no.
No podemos desmoralizarnos a la primera crítica, tendremos que enfrentarnos a ella, para que, si hay una segunda no nos afecte tanto. Siempre podemos mejorar, solo necesitamos confiar un poco más en nosotros y tiempo.