Para todos aquellos que somos fumadores, o que lo hemos sido durante bastante tiempo, dar el paso para dejar de fumar no es fácil, ya que, además de una gran fuerza de voluntad, existe el temor a engordar, una vez abandonado el vicio. Hoy os damos unos breves consejos para estos dos temas importantes.
Por un lado, dejar el tabaco se puede, no digo que sea fácil, pero en mi caso, resultó un poco más sencillo de lo que esperaba; aunque, todavía tengo camino que recorrer. La idea principal es proponérselo de una manera firme, pensando en todo lo malo que nos dá este hábito. Los primeros días se convierten en los peores, pero deberás de comenzar a practicar algún deporte, algo que te distraiga la mente y te ayude a mantenerte en forma.
Vamos a ampliar el número de comidas al día, para que el picar entre horas, no se convierte en nuestro peor enemigo. Haremos comidas ligeras, en las que vamos a introducir más frutas y legumbres, al igual que una gran cantidad de fibra, que nos ayudará a expulsar todo lo que no nos conviene.
Cuando notes que te da esa ansiedad, tómate un té que es antioxidante y va a limpiar nuestro organismo. Es mejor alejarse de los dulces, aunque tampoco nos vamos a privar del todo, porque nos volverá mucho más tensos. Todo está en tu mente, solo se necesita constancia y está claro que las ganas de fumar, no se van de un día para otro, pero estableciendo unas rutinas nuevas, se consigue. Aquí, te iremos dando consejos poco a poco, para que puedas cambiar el cigarro por vida.