La obesidad se puede considerar como una enfermedad crónica, que en muchos casos llega a ser muy grave. A grandes rasgos es una acumulación de grasa que se incrementada poco a poco y puede convertirse en un factor de riesgo para nuestra salud.
Esta enfermedad está asociada al aumento de diabetes, es por ello, que si vamos bajando nuestro peso, veremos como ella, también disminuye, pero cierto es, que el cambio de peso tiene que ser considerable, para que podamos ver estos resultados.
Al estar más gordos, también aumenta la hipertensión arterial, es por ello que también supone un alto riesgo en enfermedades cardiovasculares, ya que la grasa puede ostaculizar el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Además, este problema también afecta a las vías respiratorias y tanto es así, que las personas obesas tienen una mayor dificultad para respirar. Se obstruyen los pulmones y dificulta la respiración, además de provocar unos ronquidos mayores a la hora de conciliar el sueño. Una enfermedad que hay que tratar antes de que sea tarde.