Si notamos dolor o quizás un leve hormigueo tanto en brazos como en piernas, podemos estar sufriendo una mala circulación. Aunque ésta cuenta con muchos otros síntomas. Lo mismo ocurre con las causas ya que van desde el estrés hasta los malos hábitos. Por eso siempre es aconsejable acudir al médico cuanto antes y mientras, realizar ejercicio durante 40 minutos. Una acción tan sencilla como nadar o caminar será perfecta para nuestro problema. La alimentación debe de estar compuesta por vitamina C, desde naranjas o kiwis hasta fresas y frutos del bosque.
La vitamina E también tiene que estar presente y la encontraremos en las espinacas o el brócoli. Opta por las infusiones de pasiflora, jengibre o bien, de romero. Comerse un diente de ajo en ayunas activa el riego sanguíneo, lo mismo que beber agua en ayunas, pero no sirve solo un vaso sino que hay que ir tomándola poco a poco hasta llegar al medio litro. Baños de agua con pimienta para tus piernas o pies, también los activará. Como no, el jugo del Aloe Vera también será perfecto para aplicar en las zonas afectadas, consiguendo un gran alivio. Pequeños trucos y recetas caseras que sin duda, no sustituyen la visita al médico.