Cuando un niño padece asma, siempre creemos que el polen o simplemente la contaminación a la que estamos expuestos, puede ser un agravante de esta enfermedad. Pero hay más causas que pueden hacer que esto empeore y una de ellas está en la alimentación.
Según varios estudios, las frutas y verduras, ayudarían en este proceso, ya que la mayoría actúan como antioxidante y mejoran notablemente las vías respiratorias. Es por ello, que debemos de acostumbrar a nuestros hijos para que coman una mayor cantidad de los mismos.
Quizás la fruta no sea un problema, ya que por lo general suele gustar. Los vegetales en cambio, son más complicados para los niños, pero podemos adornar los platos haciendo algunos dibujos con los mismos alimentos para atraer su atención y que dejen el plato reluciente.
Tres porciones de vegetales al día, será suficiente. El calcio tampoco puede faltar, por eso, la leche y los yogures le aportarán, tanto el calcio como el magnesio necesario para mantener los pulmones en un buen estado. Siempre son ideales los alimentos bajos en grasas, evitando las comidas rápidas.